Después de enumerar aquello que no hay que hacer cuando tu vida se derrumba por segunda vez, hablemos de lo que SÍ sería buena idea...
Habla con tu hijo, recuérdale que estando juntos no necesitáis absolutamente nada más. Mímale, lo necesita, pero que no se te pierda, si es que no, es que no.
Haz planes, ilusiónate! Qué tal dejar la casa de mierda en la que vives, esa en la que no has sabido ser feliz? Esa que está en el quinto pino para facilitarle la vida al otro? Esa que tiene un garage que tú no necesitas y una chimenea que lo llena todo de mierda que tú limpias? Esa que tiene una cocina diminuta, porque la cocina no importa? Qué tal no volver a ver esa puta casa, llena de trastos suyos que parece que no va a llevarse, nunca más?
Sí! Busca un pisito para tu hijo y para ti que valga la mitad que la casa. Con piscina comunitaria para tu hijo. Con una terracita para tu perra. Con una bañera de hidromasaje para ti jejeje. Con parking, trastero... Bufff para qué queremos más?!
Divaga con una sonrisa enorme: ese mueble lo pintaré, y esa pared también, aquí pondré un perchero (siempre he querido un perchero!), en la terraza mis sillas chulis... Ainsss
No pares de ver ventajas: por la mañana, recién levantado " mama, tinc unes ganes d'estar a la casa nova per poder dormir una mica més!" Por la tarde en casa de los yayos "tinc unes ganes d'estar a la casa nova per poder-nos quedar una mica més!"
Publica en tu blog que la cosa va bien, que eres fuerte, que vas a poder con esto... No sea que les dejaras preocupados...
Estoy bien, un poco menos jodida, lo prometo!
Edito y añado: muchas gracias por vuestros comentarios en la entrada anterior. De verdad de la buena GRACIAS